miércoles, 21 de marzo de 2012

Un 35% del profesorado español no usa las TIC para dar clase por falta de formación

MADRID.- El 35 por ciento del profesorado español no usa las tecnologías en el aula --Internet, ordenador o pizarras digitales, entre otros soportes-- por falta de formación y seguridad, a pesar de que le gustaría, según el 'Informe de Tecnología 2011' del Instituto de Técnicas Educativas de la Confederación de Centros de Enseñanza (CECE), presentado en el marco de la 'Jornada de Tecnología Educativa' celebrada en Madrid.

   El trabajo utiliza datos correspondientes al curso 2010-2011 y pertenecen a una muestra de 850 centros de enseñanza de toda España, de Primaria y Secundaria, seleccionados de forma aleatoria. Entre las principales conclusiones, destaca que si bien más de seis de cada diez profesores utiliza las tecnologías para dar clase, todavía más de un tercio no se atreve y un cinco por ciento no está dispuesto a usarlas.
   "Se ha empezado la casa por el tejado", ha indicado el director del Instituto de Técnicas Educativas de CECE, Mariano del Castillo, que ha criticado se hayan repartido ordenadores a los alumnos sin atender las necesidades formativas en TIC de los profesores.
   Según del Castillo, "muchos estudiantes saben más que sus profesores en el manejo del ordenador" y ha advertido de que, ante esta desventaja, el docente siente inseguridad porque "el riesgo de error en esta profesión es muy importante". El informe indica que aproximadamente tres de cada cuatro docentes (76,3 por ciento) han recibido algún tipo de formación en TIC, la mitad de ellos en el último año.
   Pese a que en los tres últimos años la presencia de tecnología en las aulas ha aumentado sustancialmente, ya que ha pasado de 55 a 86 ordenadores de media y la práctica totalidad de los centros cuenta con al menos una pizarra digital, el estudio indica que su influencia en la mejora del rendimiento del alumnado no está avalada por la experiencia empírica. Según Del Castillo, "no hay ningún estudio serio que demuestre que la tecnología ayuda al aprendizaje".
   El trabajo también analiza la incidencia de las redes sociales en el aula, su uso educativo y la seguridad en Internet. Si bien señala que el 82 por ciento de los centros educativos admite que tiene algún filtro en sus dispositivos, sólo el 62 por ciento tiene instaurada una política de seguridad integral y el 42 por ciento cuenta con un protocolo específico sobre el uso de Internet.
   El 20,3 por ciento de los centros reconoce que ha tenido problemas el pasado curso con el uso de las redes sociales y en cuatro casos hubo intervención policial por delitos graves, según han indicado los autores del estudio, por la "falta de control".
   Más de la mitad de los centros de la muestra (52,3%) no cuenta con instrucciones a las familias sobre privacidad, insultos a compañeros o profesores en las redes sociales y el 72,6 por ciento no ha consensuado las medidas o sanciones con las familias.
   Este trabajo también destaca los presupuestos destinados por los centros para el uso de las TIC. La mayoría (67,9 por ciento) no cuenta con una partida específica y, respecto al último informe de CECE sobre tecnología de CECE, las cantidades destinadas a las TIC han descendido. El 72 por ciento tiene un presupuesto inferior a 6.000 euros (58% en 2008) y el 8,5 por ciento cuenta con una partida entre 6.000 y 12.000 euros (18% en 2008).

viernes, 2 de marzo de 2012

El Gobierno español quiere lograr el 99% de escolarización del colectivo gitano en 2020

MADRID.- El Consejo de Ministros ha aprobado este viernes, a propuesta del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, la Estrategia para la Inclusión Social de la Población Gitana en España por la que se fija el objetivo de conseguir el 99 por ciento de escolarización dentro del colectivo gitano de cara a 2020, entre otras metas.

   Se trata de un plan para mejorar la inclusión social de este colectivo, formado por entre 725.000 y 750.000 personas en España, ya que --según ha recordado el Gobierno-- se estima que el 37,5 por ciento de la población gitana se encuentra en riesgo de exclusión severa.
   La Estrategia marca las cuatro áreas clave para la inclusión social: Educación, Empleo, Vivienda y Salud. En cada una de ellas, marca unos objetivos cuantitativos, que se concretan en porcentajes de población, a alcanzar en el año 2020, así como unas metas intermedias para 2015.
   En el ámbito de la Educación, los objetivos pasan por el incremento de la escolarización en educación infantil y la universalización de la escolarización, así como el aumento del éxito académico del alumnado en Primaria. También se plantea un incremento de la finalización de la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) y un aumento del nivel educativo de la población gitana adulta.
   En la actualidad, el 96,7 por ciento de los niños gitanos en edad de escolarización obligatoria van al colegio, frente al 99,9 por ciento de la población general. Sin embargo, el "alto índice de escolarización contrasta con otros datos" como que sólo el 1,6 por ciento de la población gitana adulta ha alcanzado los estudios secundarios no obligatorios o que el nivel de analfabetismo absoluto alcanza el 13,5 por ciento en este colectivo, cuando la media en España es del 2,19.
   En cuanto al Empleo, la Estrategia plantea la mejora del acceso al empleo normalizado, así como la reducción de la precariedad laboral. A la vez, fija objetivos en la mejora de la cualificación profesional de la población gitana. Entre los objetivos, destaca el de reducir la tasa de desempleo en este colectivo que, con un 36,5 por ciento, sufre los efectos del paro en mayor medida que la población general (22,8 por ciento).
   Por otra parte, la erradicación del chabolismo y la infravivienda, así como la mejora de la calidad del alojamiento son cosniderados por el Gobierno como elementos "importantes" para mejorar la inclusión social de la población gitana. Se estima que, en la actualidad, el 3,9 por ciento del colectivo vive en chabolas.
   Asimismo, en el ámbito de la Salud se fija como objetivo la mejora del estado de salud general de la población gitana y la reducción de las desigualdades sociales en salud, mediante la intervención en la población adulta y en la infantil.
   Además de estas cuatro áreas, la Estrategia establece líneas de actuación complementarias en materia de acción social, participación, mejora del conocimiento de este colectivo, igualdad de la mujer, no discriminación, promoción de la cultura y una especial atención a la población romaní procedente de otros países.
   Por último, para el seguimiento y evaluación del cumplimiento de los objetivos a nivel nacional y europeo, se prevé la realización de encuestas y estudios que permitan comparar la situación de la población gitana con el conjunto de la población española. También se elaborarán estudios estadísticos para verificar el grado de cumplimiento de los objetivos.

El aprendizaje de los niños también se basa en el trabajo cooperativo

Un trabajo internacional liderado por la Universidad de St. Andrews, en Reino Unido, ha demostrado como el aprendizaje en los seres humanos no sólo depende de las capacidades cognitivas, sino que también se ve favorecido desde la infancia por el trabajo cooperativo entre unos y otros.

   Según explican los autores en un artículo publicado en la última edición de 'Science', muchos animales, en especial los mamíferos, los pájaros y los peces, adquieren las habilidades propias de su especie a partir del comportamiento de los demás.
   A diferencia del aprendizaje social de estos grupos, las personas han sofisticado la trasmisión de conocimiento gracias a procesos psicológicos que facilitan su acumulación. Además, para esto son fundamentales las instrucciones verbales, la imitación y la prosocialidad en la enseñanza y el aprendizaje de conocimientos.
   Los experimentos se centraron en niños de tres y cuatro años, chimpancés y monos capuchinos, que tuvieron que resolver un rompecabezas diseñado en tres niveles secuenciales de dificultad.
   En cada prueba debían manipular un mecanismo distinto (puerta, tecla y dial) para conseguir una compensación cada vez mayor. La mayoría de los niños acabaron los experimentos, solo un chimpancé lo consiguió y ningún mono capuchino llegó hasta el final.
   Esto se debe a que los niños se lo tomaron como un ejercicio social y, así, en 2,5 horas se dieron 215 casos de trabajo cooperativo. En cambio, los chimpancés y los monos capuchinos mostraron más egoísmo e independencia.
   En cambio, los chimpancés necesitaron 33 horas y los monos capuchinos 53 horas para registrar un único caso de trasmisión de conocimiento en cada grupo.
   Según explica al Servicio de Información y Noticias Científicas (SINC) una de las coautoras de la investigación, Rachel Kendal, de la Universidad de Durham, los resultados son "una evidencia de la cultura acumulativa de los seres humanos".
   "La mayor diferencia fue cómo los diferentes grupos afrontaron los problemas", explica esta experta, porque los logros de los niños están asociados a un conjunto de procesos sociales y cognitivos que no mostraron el resto de especies.
   En el estudio también han participado investigadores de las universidades de Texas (Estados Unidos) y Estrasburgo (Francia).