domingo, 22 de noviembre de 2009

La irrupción del ordenador en las aulas motiva a los alumnos a aprender más

Barcelona, 22 nov (EFE).- La irrupción de los ordenadores y las pizarras digitales en las aulas de Cataluña está cambiando la manera de enseñar y de aprender de los alumnos, que se muestran más motivados e interesados por los contenidos que se trabajan en clase, según la opinión de los centros pioneros en su utilización.

Con setenta institutos en los que este curso los ordenadores portátiles han sustituido a los libros de texto y otros 130 que se sumarán al plan este próximo enero, Cataluña es una de las comunidades autónomas que tiene más avanzado el proyecto de digitalización de las aulas.

La directora del IES Milà i Fontanals de Barcelona, Roser Reynal, uno de los institutos que arrancaron el curso con ordenadores portátiles en el primer ciclo de la ESO, ha explicado a Efe que la experiencia hasta ahora ha sido "plenamente positiva".

El ordenador portátil y todo lo que conlleva, conectividad con la red, "wi-fi", y uso de pizarras digitales, entre otras prestaciones, ha supuesto en este instituto una pequeña revolución, aunque de momento limitada a un grupo de veinte alumnos de segundo de ESO.

"Los alumnos ya no toman nota en libretas ni utilizan casi los lápices. En los ordenadores tienen carpetas con diferentes colores y cuando tienen que realizar alguna actividad van allá y la hacen. Y cuando deben buscar información van al libro digital o le ayudamos a buscar contenidos interesantes en la red", ha asegurado Reynal.

La responsable de este IES situado en el Raval, y que escolariza a un porcentaje muy alto de inmigrantes, admite que en los últimos meses ha cambiado de opinión y ha pasado de tener reservas sobre el uso de los ordenadores en clase a ser una ferviente defensora de ellos, tanto por la especial motivación que ha despertado en los estudiantes como por las posibilidades que entrevé para diseñar proyectos didácticos adaptados a cada centro.

"Abrir la escuela a las nuevas tecnologías no tiene por qué suponer dar la espalda al aprendizaje más tradicional basado en la lectura y la escritura", subraya además Reynal, que explica que el Milà i Fontanals, por ejemplo, continua dedicando cada día media hora a la lectura silenciosa.

Tras las primeras semanas de utilización del libro digital, el instituto se está replanteando ahora elaborar material propio y trabajar más a partir de centros de interés a los que accederían los alumnos.

Reynals está convencida de que "lo más importante es que los estudiantes aprendan a usar el ordenador para buscar información, saber seleccionarla y utilizarla", habilidad que les será muy útil tanto en su futuro educativo como en la gestión de su día a día personal.

La experiencia de otros centros educativos catalanes pioneros en la incorporación de las nuevas tecnologías es también positiva al valorar que los alumnos incrementan su motivación, por lo que aprenden más y mejor, además de promover la renovación de los procesos de enseñanza en sí mismos.

Así lo asegura la Institució Familiar d'Educació, que gestiona media docena de centros concertados, en los que los alumnos han empezado este curso con nuevas pizarras digitales interactivas en el aula, lo que hace las clases más vistosas y audiovisuales.

Esta patronal valora además que el uso de las nuevas tecnologías "abre una ventana al mundo y permite compartir y comentar todo tipo de materiales y trabajos realizados" por lo que los alumnos asumen un papel más activo y participan más, según se asegura en su web.

El conseller de Educación, Ernest Maragall, ha asegurado esta misma semana que los beneficios de este cambio en la manera de impartir clases y de aprender son "indiscutibles".

Entre otras cosas, el máximo responsable de educación de la Generalitat valora que "los alumnos se hacen más cargo de su educación y el docente se implica también de otra manera".

El plan de la Generalitat y el Ministerio de Educación para informatizar las aulas ha empezado este curso con 33.000 alumnos, aunque el gran cambio se producirá a partir de septiembre de 2010, cuando afecte a todos los alumnos de primero y segundo ciclo de secundaria de centros públicos y concertados (unos 120.000).

Otros 130.000 alumnos de quinto y sexto de primaria también entrarán en el plan en los dos cursos siguientes.