domingo, 15 de febrero de 2009

Un máster contra el desempleo

MADRID.- El fantasma del desempleo aumenta el interés por la formación y frena el absentismo laboral; la demanda de MBA aumenta hasta un 25% en las principales escuelas de negocios españolas; el 18% de los jóvenes madrileños desea estudiar un máster para crear su propio negocio; la crisis aumenta la demanda del directivo contable-financiero...

Son algunas conclusiones de informaciones aparecidas en los últimos días que muestran distintas consecuencias del empeoramiento del mercado laboral que está generando un importante crecimiento del paro y menores oportunidades para los profesionales, tanto de encontrar un puesto de trabajo, como de cambiar el que ya tienen, conservarlo o progresar en su actual empresa.

En anteriores periodos de crisis económicas, muchos expertos destacaban el comportamiento anticíclico del sector de los estudios de posgrado y las escuelas de negocios. Si bien las corporaciones reducían su inversión en formación y por tanto menos personas compaginaban un máster o programa para directivos con su desempeño profesional y se encargaban menos programas in company, aumentaba por el contrario la demanda de másteres para recién titulados, que encontraban más dificultades para acceder al mercado laboral; y muchos profesionales que se quedaban sin empleo aprovechaban también para hacer un paréntesis en su trayectoria y prepararse para el futuro cursando un programa de este tipo.

Y en esta ocasión, aunque la crisis parece diferente a las anteriores y de mayor dimensión, parecen estar cumpliéndose los mismos patrones de comportamiento. Según datos de ESCP-EAP European School of Management, escuela de negocios paneuropea con campus en Madrid, París, Berlín, Londres y Turín, la difícil coyuntura económica del país está impulsando el interés de los empleados por adquirir más formación. La demanda ha aumentado, especialmente en programas como los MBA dirigidos a directivos y ejecutivos con experiencia.Las solicitudes para realizar un máster especializado en management se han incrementado en torno a un 25%, según los datos de este centro, «como consecuencia de la incertidumbre laboral que está obligando a los profesionales a buscar fórmulas para diferenciarse y afianzarse en sus puestos. Mientras el sector empresarial parece inclinarse por congelar o recortar el presupuesto destinado a formación, los profesionales están reaccionando de forma opuesta, convencidos de que la falta de oportunidades laborales les exige perfeccionar más que nunca su currículum», se afirma en este informe, en el que también se apunta que «el 56% de los empleados opta por buscar alternativas de financiación fuera de su empresa, con el fin de cursar posgrados o másteres».

Y es que una alta formación puede ser una de las fórmulas para escapar a los problemas laborales. Según el Estudio sobre la empleabilidad de la población cualificada, elaborado por el profesor de EAE Business School Mario V. González Fuentes, «el acusado crecimiento del desempleo no se ha debido al aumento del paro entre la población con formación, sino al relativo a otros colectivos.Analizando la evolución reciente que ha experimentado la población ocupada y en paro, una de las soluciones para salir de las colas del paro podría estar en buscar la formación adecuada», se asegura en sus conclusiones.

Círculo Formación es una consultora especializada en estudios de posgrado que organiza la mayor feria de escuelas de negocios del país, así como otros muchos servicios relacionados con el sector. Su socio director, Rafael Rodríguez-Alberola, afirma que «cuando crecen los problemas para acceder al mercado laboral y conservar o mejorar el trabajo, es cuando más sentido tiene hacer un posgrado para lucir el currículo.

Esta nueva situación está provocando que muchas personas que ya estaban trabajando y daban por finalizado su proceso de formación, se planteen ahora realizar un nuevo programa de posgrado que les permita adquirir un valor profesional añadido y ser más atractivos para las empresas». Una circunstancia que se aprecia especialmente entre los titulados universitarios más jóvenes y, por tanto, con menos experiencia laboral. «Hay una gran mayoría de estudiantes que, cuando están finalizando su carrera universitaria, se plantean completar su formación antes de incorporarse al mercado de trabajo.Saben que es importante tener un perfil más profesional que les permita comenzar su trayectoria con una ventaja competitiva respecto a quienes se incorporan a trabajar nada más terminar sus estudios de grado», asegura Rodríguez-Alberola.

Jaime Medel, consejero delegado de ADM Business School, señala que en el caso de «los universitarios que quieren mejorar sus conocimientos y posibilidades de inserción profesional el sector es anticíclico, porque ante un mercado laboral mucho más complicado aumenta la demanda para hacer un máster. Por contra, el sector es cíclico por lo que respecta al público de profesionales que vienen a través de sus empresas porque la formación en España se sigue viendo como un gasto y no como una inversión. Si se reducen las subvenciones de las compañías, los profesionales que se sienten amenazados en su trabajo tienen más complicado realizar la inversión que supone un máster. Mucha gente se apalanca en su puesto de trabajo y se reserva ese dinero por lo que pueda pasar». Medel tiene claro cuál es el valor que puede aportar un título de este tipo en el currículo en estos momentos: «Cualquier persona que aspire a un cargo de responsabilidad en una empresa tiene que hacer un MBA, especialmente en épocas como la actual, para salir reforzado de la crisis. La recesión pasará y dejará a unas personas en su mismo sitio y otras darán un salto profesional pasando por una escuela de negocios». Rodríguez-Alberola también se muestra convencido de ello: «Para quienes estén preocupados por su futuro ante los embates de esta crisis, un consejo contundente: mejore su formación con un máster», asevera el socio director de Círculo Formación.

Estos centros tratan de adaptarse al profundo cambio que está sufriendo el mercado laboral. Angel Bizcarrondo, director del Centro de Estudios Garrigues, institución especializada en estudios jurídico-empresariales ligada al despacho de abogados del mismo nombre, destaca que «tener opción a mejores oportunidades de empleo es, aunque no siempre se reconozca, el principal desencadenante para hacer un máster, porque si se cursa en un centro de prestigio mejora las oportunidades de tener ofertas en puestos y empresas más importantes». Una observación con la que coincide Julián Peinador, vicedecano de posgrado de ESIC Business & Marketing School, que destaca que «los candidatos manifiestan en las entrevistas de selección que el mercado laboral se vuelve mucho más duro en estas épocas, y lo que buscan en un máster es poder competir en mejores condiciones en una lucha más intensa por un puesto de trabajo».

Pero, ¿es éste el mejor momento para realizar la inversión de tiempo y dinero que requiere un programa de este tipo? Para Bizcarrondo, «las crisis implican oportunidades. Si se ha quedado liberado del trabajo o se reduce mucho su carga, es oportuno aprovechar la circunstancia para mejorar la formación. Al haber menos oportunidades, pueden centrarse un año en hacer un máster para prepararse para el futuro. Ahora, para optar a un buen empleo, hay que tener mejores condiciones que antes porque la gran demanda de empleados de los últimos años reducía la preparación que se exigía a los candidatos seleccionados para un puesto».

Por su parte, Peinador subraya que «todo lo que sea inversión en educación y formación genera riqueza a medio y largo plazo para un país. Cuanta más, mejor».

Uno de los elementos que caracteriza a los programas máster es su enfoque eminentemente práctico, frente a los estudios universitarios, que se encuentran aún más alejados del día a día de un profesional.Por eso algunos centros de posgrado intentan responder a las expectativas de sus alumnos de perfil junior o recién titulado, ofreciendo distintas vías para conocer por dentro el mundo de la empresa. Así, en ADM Business School todos los participantes asisten a clase de siete de la tarde a diez de la noche y dedican el día a realizar prácticas en una empresa relacionada con el máster que están cursando, durante los diez meses que dura el programa. Completar este periodo de prácticas tutorizadas forma parte del currículum académico y es condición indispensable para graduarse. Pero no es el único mecanismo para lograr este objetivo.En el nuevo Máster en márketing, nuevas tecnologías y ventas, que el centro pondrá en marcha el próximo curso, los alumnos realizarán planes de márketing reales para ONG.

Por su parte, el Centro de Estudios Garrigues también ofrece periodos de prácticas en empresas o despachos de tres meses a sus alumnos de programas para recién titulados. En este caso, si los estudiantes son contratados antes de finalizar el curso académico y de iniciar esas prácticas, quedan liberados porque se cumple el objetivo de insertarse en el mercado laboral. Una circunstancia muy repetida durante los últimos años, cuando la mayoría de ellos tenía un contrato nada más finalizar el programa.Este año, probablemente un mayor número de alumnos tendrá que acudir a las prácticas ante el descenso de las ofertas de empleo.

Las recomendaciones de los colegas extranjeros

Expansión & Empleo ha recogido las recomendaciones de directivos de reconocidas escuelas de negocios internacionales.

Bill Kooser, decano asociado de Executive MBA de The University of Chicago Booth School of Business: «Muchos estudiantes pueden sentir que las oportunidades en el trabajo no son ahora interesantes y que el mercado puede ser más atractivo una vez que ellos han completado su MBA. Algunos también pueden pensar que la adquisición de habilidades adicionales mejorará su capacidad ante cualquier crisis en el futuro».

Dawna Clark, directora de admisiones de Tuck School of Business (Estados Unidos): «Es un momento excelente para elegir la escuela de negocios en la que se desea estudiar, sabiendo que cuando pase el tiempo y el estudiante se haya graduado, la economía, probablemente, será más fuerte que ahora».

Laurent Bibard, director de programas MBA de Essec (Francia): «Uno de los motivos de las crisis es la carencia de visión a largo plazo y generalista. La opinión a corto plazo y la especialización están más que unidas -y a menudo para peor-. Desde luego que las ciencias y la experiencia deben estar más ligadas».

Claude Chailan, director del MBA de la International University of Monaco: «Es importante recordar que en los períodos de crisis, la educación siempre es considerada como un puerto seguro donde uno puede prepararse para los desafíos de mañana».

LA OPINION DE LOS EXPERTOS

Rafael Rodríguez-Alberola / Socio de Círculo Formación.

«En épocas de crisis estudiar un programa máster implica un mayor esfuerzo económico. Los centros que los imparten tendrán que buscar el apoyo de entidades financieras que no sean muy restrictivas y puedan facilitar financiación».

JULIAN PEINADOR . Vicedecano de posgrado de ESIC.

«Participar en un programa de este tipo amplía los conocimientos, mejora la capacidad de toma de decisiones; y el networking o contactos profesionales con el resto de compañeros, con los que se intercambian experiencias y tarjetas».

JAIME MEDEL . Consejero delegado de ADM Business School.

«Quienes acuden a estudiar un máster actualmente buscan lo mismo que se ha buscado siempre. La diferencia es que hay quienes ven ahora la oportunidad de distinguir su currículo y adquirir una empleabilidad mayor».

ANGEL BIZCARRONDO. Director del Centro de Estudios Garrigues.

«El contenido de los másteres tiene que adaptarse a la crisis actual. En los de banca, recursos humanos y derecho de la empresa tiene mucha incidencia el peso de los acontecimientos. En este caso, por ejemplo, son necesarios especialistas en concursal».

www.elmundo.es


domingo, 8 de febrero de 2009

80 años de 'Tintín en el país de los soviets'

MADRID.- El 4 de enero de 1929, las páginas de 'Le Petit Vingtième' anunciaron la partida del reportero Tintín con destino a la Unión Soviética y el 10 de enero aparecían publicadas las primeras viñetas de 'Las aventuras de Tintín', protagonizadas por el periodista más famoso de la historia del cómic, con guión y dibujos de Hergé, que tenía entonces 21 años.

Hergé había nacido como Georges Prosper Remi en Etterbeek, Bruselas, en el círculo burgués y católico de la sociedad belga. En 1918 se afilió al movimiento scout, primero en los Boy-Scout de Bélgica, grupo laico, pero al cambiarle su padre a un colegio católico, el Saint-Boniface, ingresó en La Federación de Boy-Scouts Católicos. La filosofía del escultismo le marcó profundamente a él y a su personaje Tintín. Cuando en una entrevista, recogida en el libro 'Conversaciones con Hergé', Numa Sadoul afirma que «¡Tintín es un tenaz boy-scout!» el autor no duda en responder: «¿Y por qué no?... ¿Cree usted que es tan ridículo hacer una buena acción, amar y respetar la naturaleza y los animales, esforzarse en ser fiel a la palabra dada?».

Empezó a publicar sus primeras historietas en la revista 'Le Boy-Scout Belge' y, a partir de 1924, a firmarlas con el seudónimo 'Hergé', pronunciación en francés de las iniciales de su nombre ordenadas al revés: 'R' y 'G'.

Bajo la influencia del padre Wallez

En 1925 Hergé empieza a trabajar en el 'Le XXème Siècle, diario católico nacional de doctrina e información' dirigido por el padre Norbert Wallez, ultraconservador y admirador de Benito Mussolini. De la mano del religioso, Hergé va prosperando en la redacción y recibe el encargo de poner en marcha el suplemento infantil del periódico. 'Le Petit Vingtième' ve la luz el 1 de noviembre de 1928; Hergé empieza dibujando 'Les aventures de Flup', 'Nénesse', y 'Poussette et Cochonnet' según los guiones de un redactor deportivo del periódico. Descontento, se pone a trabajar en una historieta más innovadora que conecte mejor con el público infantil; con esta idea inventa a Tintín, un periodista aventurero, y a su inseparable foxterrier Milú.

Por encargo de Wallez, la primera aventura lleva a Tíntín a la Unión Soviética con la idea de denunciar las atrocidades del régimen bolchevique. Hergé utiliza como fuente principal el libro de propaganda antisoviética 'Moscú sin velos' ('Moscou sans voiles', 1928), escrito por el cónsul de Bélgica en Rusia durante el periodo de la Revolución de Octubre, Joseph Douillet. 'Tintín en el país de los soviets' es un éxito tal que 'Le XXème Siècle' escenifica la llegada a Bruselas del personaje con un actor de carne y hueso.

Georges Remi, el padre de Tintín

MADRID.- No sabe envejecer. Recién cumplidos los 80 e irremediablemente huérfano de padre, el reportero más famoso del mundo despide el mismo halo de juventud que en sus primeros viajes. Audaz e inteligente y sin embargo cándido, Tintín sobrevive aún hoy a los guardianes de la corrección política, que lo persiguen sin descanso por su ideario conservador, sus invectivas anticomunistas o su misoginia latente. No importa. Tintín resiste impasible todos los embates, inmune a los sambenitos que le cuelgan y poseedor de una cierta aura inmortal.

Cada año se compran en el mundo tres millones de álbumes de Tintín traducidos a 58 idiomas, entre ellos el vietnamita, el alsaciano, el tailandés y hasta el latín. Según los cálculos de la Fundación Hergé, las ventas totales rondan los 200 millones de ejemplares, sin contar parodias, libros piratas y objetos publicitarios. Las aventuras del joven reportero han inspirado dos filmes con actores de carne y hueso, decenas de historietas de dibujos animados y hasta un debate parlamentario en Francia que intentó desentrañar la compleja ideología política del personaje.

Si uno fuera adentrándose en el secreto del éxito de Tintín, éste le llevaría a Bruselas, a las páginas emborronadas y garabateadas de los libros de texto de un niño rubio y desgarbado. Se llama Georges Remi —de sus iniciales, leídas al revés y en francés, saldría años más tarde su nombre artístico— y estudia con los curas en San Bonifacio. No es un buen estudiante, pero sí un excelente 'scout'. Conscientes de sus cualidades, sus padres le llevan a una academia de dibujo, pero huye despavorido cuando el profesor le pone a dibujar un capitel corintio.

Aquello no es para él. Pronto prefiere dejar el colegio y buscar un hueco de chico para todo en 'Le Vingtième Siècle', un diario ultraconservador fundado y dirigido por el sacerdote Norbert Wallez, de cuya secretaria enseguida se enamora. Se llama Germaine y será su primera esposa.

Wallez encarga en 1929 a aquel jovenzuelo elaborar el suplemento infantil del periódico. Al principio se dedica a ilustrar guiones sin gracia de un redactor de deportes, pero harto de ellos un día garabatea sobre un papel dos personajes: un hombrecillo rubio con un mechón indómito y un foxterrier blanco y altivo. Acaba de nacer el personaje de cómic más famoso de Europa.

Como todos los periodistas que en el mundo han sido, al principio Tintín no viaja donde quiere sino donde su director le deja. Wallez envía a su reportero primero a denunciar los desmanes de la Unión Soviética y luego al Congo, a cantar las bondades del colonialismo belga. Pronto llega la guerra y todo se complica. Los nazis invaden Bélgica y cierran el periódico. Hergé comete el error de refugiarse en 'Le Soir', un diario convertido durante la ocupación en un panfleto nazi. Muchos nunca se lo perdonarían.

Acabada la guerra, Hergé se queda en el paro, perseguido por las denuncias de colaboracionismo. Peor aún: los diarios de la resistencia lo ridiculizan. Sin embargo, la fama de Tintín logra para su creador un indulto social inimaginable. Con la ayuda del editor Raymond Leblanc, sus historietas resucitan en 1946 dentro de la revista 'Tintín'. Es entonces cuando llega la edad de oro de Hergé, que elabora sus mejores historias y crea sus propios estudios, rodeado de una docena de colaboradores que le ayudan a confeccionar los álbumes y a colorearlos. Entre ellos se halla Fanny Rodwell, que pronto será su segunda esposa.

El divorcio significará para el católico Hergé una profunda crisis. Durante años atraviesa un desierto de pesadillas y remordimientos que desembocará en la creación de 'Tintín en El Tíbet', un álbum plagado de parajes oníricos y tonos blancos en el que muchos especialistas ven un retrato de su propio calvario.

A partir de ese momento, los homenajes se suceden. En 1976, se inaugura la célebre estatua de Tintín y Milú en Bruselas y en 1982 la Sociedad Astronómica Belga bautiza un planeta con su nombre. Hergé fallece de leucemia el 3 de marzo de 1983. Hasta los últimos días de su vida garabatea con ansiedad sobre las páginas de 'Tintín y el Arte Alfa', la que será para siempre su obra inacabada.

Hergé a 'línea clara'

MADRID.- Después de la aventura en la Unión Soviética se publica 'Tintín en el Congo', también idea del director del 'Le XXème Siècle, el padre Wallez, y también de carácter panfletario. Se trata de una defensa de la política belga en su colonia africana y la labor de la Iglesia. El éxito de la serie va proporcionando al autor consolidación profesional e independencia creativa para las nuevas historietas.

Hergé abre los ojos

En febrero de 1934, al finalizar 'Los cigarros del faraón', 'Le Petit Vingtième' anuncia que la siguiente aventura de Tintín va a tener lugar en el Extremo Oriente. Entonces Hergé recibe una carta del padre Gosset, capellán de los estudiantes chinos de la Universidad de Lovaina, preocupado por que la historieta caiga en tópicos occidentales sobre China, y pone en contacto al autor con Tchang Tchong-Jen, un joven estudiante chino de Bellas Artes que le ayuda a comprender la realidad del país y su cultura y a reconstruir el escenario de la ciudad de Shanghai durante la ocupación japonesa entre enero y abril de 1932. Además, será el propio Tchang quien escriba los carteles en chino que aparecen en algunas de las viñetas del álbum. De la colaboración entre los dos artistas surgirá una amistad que durará el resto de sus vidas.

'El loto azul' está considerada la primera obra maestra de Hergé. A partir de entonces el autor documentará de forma minuciosa cada detalle de sus historietas.

Antes de la Segunda Guerra Mundial

«Yo creo que todos los totalitarismos son nefastos, tanto si son de 'derechas' como si son de 'izquierdas', y los meto a todos en el mismo saco», afirma Hergé en una entrevista con Numa Sadoul. El autor expresó repetidas veces su rechazo a cualquier tipo de totalitarismo y nunca ocultó su conservadurismo católico. 'El cetro de Ottokar' se empieza a publicar en agosto de 1938. Es uno de sus trabajos más políticos; en él trata las tensiones europeas anteriores a la Segunda Guerra Mundial y critica la política expansionista de Hitler. El autor imagina dos países centroeuropeos: Borduria, una dictadura totalitaria que amenaza la autonomía de su vecina Syldavia, una monarquía parlamentaria.

Los años de ocupación

En mayo de 1940 las tropas de Tercer Reich entran en Bruselas. 'Le XXème Siècle' es cerrado y queda interrumpida la publicación de 'Tintín en el país del oro negro'. En la nueva Bélgica ocupada, Hergé recibe la oferta desde el diario 'Le Soir', títere de los ocupantes, para crear un semanario infantil similar a 'Le Petit Vingtième'. El autor acepta y el 17 de octubre se publica el primer número de 'Le Soir-Jeunesse' con las primeras viñetas de una nueva aventura: 'El cangrejo de las pinzas de oro'.

Comienza una etapa extraordinaria que rompe con la anterior: Hergé abandona el realismo documental y su preocupación por la actualidad por historias fantásticas. Inventa dos secundarios que se harán imprescindibles en la serie: el capitán Haddock, en 'El cangrejo de las pinzas de oro', y el profesor Tornasol, en 'El tesoro de Rackham el Rojo'. También publica la primera aventura en dos partes 'El secreto del Unicornio' y 'El tesoro de Rackham el Rojo'. En los años siguientes a la liberación será muy polémico el villano de 'La estrella misteriosa', un banquero neoyorquino con apellido judío, Blumenstein, dibujado según estereotipos antisemitas.

En esta época Hergé comienza a trabajar con el historietista Edgar P. Jacobs, quien se encarga de adaptar a un nuevo formato de 62 páginas en color antiguos álbumes de la serie publicados en blanco y negro y, posteriormente, de dibujar los fondos de 'El tesoro de Rackham el Rojo', 'Las siete bolas de cristal' y 'El templo del sol'.

'Las siete bolas de cristal', sale a la calle en diciembre de 1943 pero su publicación es interrumpida por las llegada de las tropas aliadas.

Los años de posquerra

En septiembre de 1944 los aliados liberan Bruselas. Inmediatamente se pone en marcha un proceso de depuración: todos los periodistas que habían trabajado en medios controlados por los nazis son inhabilitados. Hergé se queda sin trabajo y es acusado de colaboracionismo aunque no es procesado como algunos compañeros de la redacción de 'Le Soir'. En 1946 el editor Raymond Leblanc, destacado miembro de la resistencia belga, recupera a Hergé para poner en marcha una revista juvenil con el mismo nombre de su personaje: 'Tintín'. La publicación empieza a salir el 26 de septiembre de 1946 y retoma la historia de 'Las siete bolas de cristal', donde se había interrumpido años atrás.

Los Estudios Hergé

En el contexto de la Guerra Fría, la actualidad vuelve a las páginas de Tintín. Hergé sabe anticipar la carrera espacial, con el viaje de Tintín a la Luna, y la crisis de las armas de destrucción masiva con 'El asunto tornasol'. En 1950 funda los Estudios Hergé y a partir de entonces contará con excelentes asistentes en la realización de los álbumes de Tintín, como Bob de Moor o Jacques Martín.

El primer trabajo de los estudios fue la espectacular aventura en dos partes 'Objetivo: la Luna' y 'Aterrizaje en la Luna'. Hergé realiza un exhaustivo trabajo de investigación y documentación previo y cuenta con el asesoramiento científico de Alexandre Ananoff y Bernard Heuvelmans, autores de 'La astronáutica' y 'El hombre entre las estrellas' respectivamente, lo que le permite realizar un relato con un nivel de realismo casi profético. La presión es tal que Hergé sufre una crisis de agotamiento y la publicación de la historieta tiene que suspenderse unos meses.

En horas bajas

PDibujo de Hergé que ilustraba su carta a los lectores explicándoles su crisis de agotamiento, publicada en el número 16 de la revista 'Tintín', publicada en 1951 durante la realización de la aventura de Tintín en la Luna.

Dibujo de Hergé que ilustraba su carta a los lectores explicándoles su crisis de agotamiento, publicada en el número 16 de la revista 'Tintín', publicada en 1951 durante la realización de la aventura de Tintín en la Luna.

A comienzos de 1958, finalizado el álbum 'Stock de coque', Hergé está hundido en una grave crisis personal; después de 25 años su matrimonio con Germaine Kieckens hace aguas por su relación con la joven Fanny Vlaminck, que acababa de incorporarse a los Estudios Hergé. Además ,sufre pesadillas recurrentes que le llevan al diván de un discípulo de Carl Gustav Jung, colaborador de Freud y padre de la psicología profunda, quien le aconseja que abandone su trabajo. Pero el autor no hace caso y el resultado es 'Tintín en el Tíbet'. En palabras de Hergé, la obra es «un canto dedicado a la amistad» en el que recupera a un personaje, Tchang, amigo que Tintín conoce en la aventura 'El loto azul', con el que se reencuentra en medio de un infierno blanco, como el de las pesadillas del autor.

La obra supone una ruptura con las clásicas aventuras de Tintín; en palabras de Hergé: «sin malos, sin armas, sin combates, excepto el del hombre contra sí mismo y contra los elementos hostiles. Todo esto es un paisaje de alta montaña, de nieve y hielo, que significa, simbólicamente, la búsqueda de un ideal, de una cierta pureza».

Los últimos álbumes

La publicación de las aventuras de Tintín se va espaciando en el tiempo. Entre 'Las joyas de la Castafiore' y 'Vuelo 714 para Sidney' pasan cuatro años, y entre ésta y 'Tintín y los pícaros', casi ocho. 'Las joyas de la Castafiore' es una anti-aventura; dice Hergé: «al comenzar el álbum mi intención era simplificar, probar a narrar, esta vez, una historia en la que no pasara nada (...) Simplemente para ver si yo era capaz de mantener al lector en suspense hasta el final. 'Vuelo 714 para Sidney' es una vuelta «a la Aventura con una gran 'A', sin volver a ella en realidad. He querido desmitificar la aventura, en cierto modo, a través de los 'malos', que en realidad no son tan malos como parecen, y los 'buenos', que tampoco lo son tanto». En 'Tintín y los pícaros' el autor da su pesimista visión de la realidad de Latinoamérica y del fenómeno de las guerrillas.

'Tintín y el Arte Alfa'

Hergé estaba trabajando en un nuevo álbum, 'Tintín y el Arte Alfa', cuando murió, el 3 de marzo de 1983, en Woluwe-Saint-Lambert (Bruselas). Y según su deseo, ningún otro artista ha continuado la serie. De esta última aventura, cuya trama trata del arte moderno y las sectas religiosas, tuvo tiempo para dibujar tres planchas y abocetar 42. Desaparecía el principal precursor y representante del estilo gráfico conocido como 'línea clara', término inventado por el diseñador y dibujante Joost Swarte para referirse a aquellas historietas contadas de forma lineal y dibujadas con un trazo constante y colores planos con la idea de facilitar una lectura fluida de la narración.

Fuentes:

  • Numa Sadoul: 'Conversaciones con Hergé'. Editorial Juventud, Barcelona 1983.
  • Fernando Castillo: 'El siglo de Tintín'. Editorial Páginas de Espuma, Madrid, 2004.
  • Michael Farr: 'Tintín. El sueño y la realidad'. Zendrera Zariquiey, Barcelona, 2001.
  • wikipedia.org

Los hijos que Tintín nunca tuvo y nunca quiso

BRUSELAS.- En una casita de ladrillos rojos y puerta metálica de una callejuela estrecha y silenciosa en el barrio de Etterbeck, una pequeña placa bronceada anuncia que allí nació, el 22 de mayo de 1907, "el padre espiritual de Tintín". Cien años después, se reparten ese hijo, el único que tuvo Georges Remi, los peculiares herederos del maestro de la viñeta.

Tras su muerte, en 1983, el legado de Hergé, con sólo 23 tintines y otro inacabado ('Tintín y el arte alfa'), varios volúmenes de sus personajes menos universales, como Quique y Flupi, y, sobre todo, una extensa colección de borradores, esbozos, cartas y objetos de su colección, quedaron a cargo de su viuda, Fanny Vlaminck, colorista en su estudio y por quien dejó a su primera mujer en medio de una larga crisis existencial, reflejada en su clásico 'Tintín en el Tibet'. Pero, desde 1990, el principal gestor de la Fundación Moulinsart es el segundo marido de Fanny, el británico Nick Rodwell, fuente de polémicas con algunos tintinólogos.

El marido de la viuda de Hergé —ella aún vive, pero ha dejado el negocio en sus manos— ejerce un control férreo para limitar homenajes y reproducciones y se ha dedicado a denunciar a quienes celebran al difunto sin su control. Algunos lo acusan de ansia de poder, mientras él asegura que sólo quiere proteger el legado y evitar que Tintín se convierta en un producto de consumo estilo Disney. Pero, tras años de charlas, ha firmado con Dreamworks, los estudios de Steven Spielberg, para filmar una trilogía de Hergé, con una técnica similar a la de Polar Express (Moulinsart rechazó ofertas anteriores, pero el puesto de coproductor ha convencido a Rodwell).

"Los responsables de Moulinsart S.A. confunden un patrimonio cultural con el Monopoly", se queja Jean-Louis Carette, propietario de una librería de cómic a la que solía acudir Hergé y que Rodwell denunció por tener un perfil de Tintín, junto al de otros personajes, en su logo. El británico ha parado exposiciones, CDs, libros y hasta la Biblioteca Moulinsart, una colección de Casterman, el editor de Hergé. En algunos casos, sus acciones han servido contra la explosión de parodias sexuales sobre Tintín. En 2001, incluso varias personas fueron arrestadas por producir y distribuir una falsa aventura erótica del reportero, 'Tintín en Tailandia'.

Nick y Fanny dicen cumplir una instrucción explícita del dibujante: el deseo de que su personaje muriera con él, incluido hasta en su testamento. Rodwell desplazó de la escena a quien podía tener tentaciones de alargar la vida de Tintín, como Alain Baran, el último secretario de Remi en los Estudios Hergé, y ha rechazado varios intentos de terminar la última historieta inacabada.

La 'Boutique Tintin'

La otra heredera de rebote de Hergé es la hija de Tchang Tchong-jen, el amigo de Remi que cambió su vida y su forma de dibujar. El escultor y acuarelista chino le pidió a Hergé que no cayera en los estereotipos cuando contara los viajes de su reportero intrépido —como había hecho en Los cigarros del farón— y, gracias a su ayuda, nació 'El loto azul', donde hasta el último cartel en chino tiene sentido.

Tchang, que acabó en sus viñetas y en las de 'Tintín en el Tibet', dejó su propia obra artística en Shangai. Su hija, Tchang Yi-Fei, es la propietaria de la 'Boutique Tintin', la mayor tienda en Bruselas de camisetas, libros, platos y demás parafernalia sobre los personajes de Hergé.

Ahora, los herederos han conseguido, por fin, un lugar para el legado de Remi. Tras una larga y poco fructífera lucha con la ciudad de Bruselas sobre dónde y cómo, la pareja Rodwell pone la primera piedra en Lovaina del Museo Tintín, que abrirá en 2009. Después, seguirá con su gran proyecto, el estreno de Spielberg, que aún debe anunciar qué historietas contará. Rodwell se inclina por 'Tintín y los Pícaros', la última que completó Hergé y, tal vez, la que tiene el final más triste para los amantes de Tintín. En la penúltima viñeta, Haddock dice que está deseando volver a casa, a Moulinsart, y el incansable reportero contesta, por primera vez, 'Moi aussi, capitaine' (yo también, capitán).

Curiosidades y anécdotas del 'universo Tintín'

MADRID.- ¿Qué hay detrás del periodista de ficción más famoso de todos los tiempos? El trabajo de Hergé, sus influencias, la inspiración, sus personajes... He aquí los principales secretos y anécdotas de la obra de Georges Remi y de la personalidad de Tintín, Milú y compañía.

Tintín es periodista, pero sólo escribe un único artículo a lo largo de todos los álbumes. Ocurre en un interminable viaje en tren hacia el País de los Soviets. Lo dobla y lo introduce en un sobre, pero nunca lo envía.

El rastro de Moulinsart

El castillo de Moulinsart, lujosa residencia del capitán Haddock desde 'El tesoro de Rackham el Rojo', debe su nombre a la ciudad belga Sart-Moulin. Sin embargo, sus jardines y su fisonomía imitan al barroco castillo de Cheverny. Todavía hoy, la Fundación Hergé conserva el folleto turístico del castillo en el que el dibujante garabateó las siluetas de Tintín y Haddock. Hoy Cheverny es gracias a su dueño, el marqués Anoine de Vibraye, un paraíso para 'tintinófilos'. Se puede contemplar en su cripta el tesoro de Rackham el Rojo, la habitación del joven reportero y hasta asistir a una demostración en toda regla del Tryphonar Supercolor, el excéntrico y revolucionario televisor del profesor Tornasol.

El origen del perro

Milú es junto a Tintín el único personaje que aparece en todos los álbumes. Se trata de un foxterrier altivo, algo egoísta y aficionado al whisky. Hergé lo bautizó así para vengarse de una novia que le dio calabazas. No sabemos mucho de ella: se llamaba Milú y tenía los pechos grandes.

Marketing periodístico

La popularidad del joven reportero desbordó las expectativas desde los primeros álbumes, que se vendían por entregas con 'Le petit Vengtième'. Fue tal el fenómeno que tras la última entrega de 'Tintín en el Congo' el periódico organizó lo que llamó 'la llegada de Tintín a Bruselas'. Montó en un tren a un adolescente rubio y a un foxterrier blanco de carne y hueso y les preparó un recibimiento ficticio en la estación de ferrocarril de Bruselas al que acudieron decenas de miles de personas.

La estela del 'National Geographic'

Hergé nunca fue un viajero. Sólo en los años 70, ya sesentón y multimillonario, se decidió a visitar algunos de los lugares por los que su héroe había transitado. Esto no quiere decir que sus aventuras no estén perfectamente documentadas. Sus carencias viajeras las suplía suscribiéndose al National Geographic, empapándose de los reportajes gráficos de París-Match y guardando como tesoros fotos, artículos, anuncios en un impresionante archivo que aún hoy conserva la fundación que lleva su nombre. Tres ejemplos. El fetiche indio que desencadena la trama de 'La oreja rota' no es sino la reproducción exacta de una estatuilla precolombina que se halla en un museo de Bruselas. El esqueleto de dinosaurio al que Milú le roba un hueso en 'El cetro de Ottokar' es casi un calco de una fotografía del Museo de Historia Natural de Berlín que se conserva en los archivos del dibujante. Y la erupción del volcán indonesio en 'Vuelo 714' reproduce fidedignamente la erupción del Etna según la recogieron los fotógrafos del National Geographic.

De todas formas, Hergé no siempre acertaba. Acusado por uno de sus lectores de haber dibujado en 'La estrella misteriosa' un barco incapaz de mantenerse a flote, Hergé revisó y perfeccionó aún más sus archivos náuticos y llegó incluso a encargar maquetas de las naves, incluido el cohete de 'Aterrizaje en la luna'.

¿Personajes reales?

Griego, millonario y seductor de sopranos, Rastapopoulos no es Onassis ni Castafiore la Callas, pero no hay duda de que Hergé sacó a pasear el sarcasmo al colocarlos juntos. Y el naviero y la prima donna no son una excepción. Los álbumes de Tintín esconden cientos de referencias históricas y personajes reales bajo identidades falsas. Así, el general Olivaro de 'La oreja rota' es un trasunto del libertador Bolívar. Como lo es de Hitler y Mussolini el general Müsstler, siniestro dictador de Borduria en 'El cetro de Ottokar'. Si para trazar el perfil del travieso Abdalá Hergé toma el modelo de Faisal II, el rey niño de Irak, para Silvestre Tornasol se basa en Auguste Piccard, científico suizo que comparte con él cuello de tortuga y desaliño indumentario. Piccard estableció récords de inmersión submarina con un batiscafo similar al que utiliza Tintín en 'El tesoro de Rakham el Rojo' y, como Tornasol, se interesó antes que cualquier otro por las posibilidades de los vuelos extra-atmosféricos. Por último, en cuanto a Hernández y Fernández (Dupont y Dupond en el original) sólo diremos que el padre y el tío de Hergé, hermanos gemelos, solían salir a pasear juntos por los bulevares de Bruselas con bombín y bastón.

Álbumes mutilados

Las aventuras de Tintín han sido en muchas ocasiones víctimas de la corrección política. Los editores británicos, por ejemplo, exigieron a Hergé que retirara cualquier referencia a los grupos terroristas sionistas de 'El país del oro negro'. Se trataba de hacer negocio en el floreciente mercado del recién creado Estado de Israel. Por su parte, los americanos le obligaron a retocar la edición estadounidense de 'El cangrejo de las pinzas de oro' porque un capitán blanco y un marinero negro aparecían hablando en la misma viñeta. Demasiado para la América de la segregación racial.

El amigo chino

Era chino, escultor y estudiaba en Lovaina. Se llamaba Tchang Tchong-Jen y protagonizó una historia conmovedora. Todo empezó con la carta de un cura. El padre Gosset, capellán de los alumnos chinos de la Universidad de Lovaina, invitaba al joven Hergé a charlar con sus pupilos antes de enviar a Tintín al Extremo Oriente. Hergé lo hizo y conoció a Tchang, un joven de su misma edad (27 años) con el que enseguida congenió. Tchang le abrió la puerta a Hergé de la fascinación por China y a cambio él creó un personaje con su nombre, el del pequeño niño chino que sale al paso de Tintín en las páginas de 'El loto azul'.

Pero Tchang sale de la vida de Hergé tan de golpe como aparece. Regresa a su país y le pierde la pista. Durante décadas no sabe nada de él. Su estela sólo reaparece en sus dibujos a finales de los 50, en 'Tintín en el Tíbet', con el dibujante en plena tormenta existencial. Y sin embargo, por uno de esos milagros inexplicables, a mediados de los años 70 Hergé se entera por medio de un tercero de que su amigo es ahora el presidente de los artistas de Shanghai y reanuda con él una relación epistolar. Sólo dos años antes de la muerte del dibujante, en 1981, Tchang y Hergé se reencuentran ante la prensa. Como fondo, la reproducción de una viñeta en la que Tintín abraza a su amigo chino. ¿Quién dijo que la ficción y la realidad son cosas distintas?

Las aventuras de Tintín

Un nuevo valor de seducción empresarial

MADRID.- Por si faltaban nombres para identificar a las nuevas generaciones que no siguen patrones tradicionales en lo que se refiere al concepto de trabajo, la carrera profesional o la lealtad a una compañía, tenemos una nueva denominación para añadir a la de Millenials, generación Y, Z, Nexters o Nintendo... Ahora podemos hablar también de la Generación G.

La «g», que muchos asocian con «game» y sirve en algunos casos para identificar a la promoción de los videojuegos, tiene en este caso que ver con «generosidad» y sirve para reconocer a los miembros de un segmento de población y edad con compromisos muy específicos, cada vez más responsables socialmente y que quieren ver el impacto directo de todo lo que se hace en su compañía.

La respuesta de las firmas a estas exigencias va mucho más allá de la filantropía o de la responsabilidad social corporativa.Algunas empresas han incorporado a su cultura y fórmulas de gestión nuevos parámetros que seducen a los miembros de este grupo apellidado «G».

Montserrat Ventosa, directora general del Instituto Great Place to Work, asegura que los representantes de las nuevas generaciones de profesionales sí pueden calificarse como comprometidos, y añade que «no entienden el esfuerzo como sacrificio, sino como superación y exigencia, por lo que su implicación es distinta a la de promociones anteriores, lo cual no significa que no estén comprometidos, sino que el contrato para ellos no significa sacrificio, como para la generación X o las anteriores».

Mario Lara, socio de Capital Humano de PricewaterhouseCoopers, también considera el compromiso de estos jóvenes como un plus que aportan a la empresa, y que se expresa con valores distintos: «Si una compañía cuida la reputación de su marca, ésta es una aportación importante, porque el grado de involucración en este sentido es mayor».

Parece claro que las generaciones del futuro restan importancia al dinero; se vuelven enormemente exigentes al perseguir otros factores, como el tipo de tareas que se asignan; quieren implicarse en proyectos en los que sus miembros puedan aprender, pero también desean trabajar con amigos, algo que las compañías deberían tener en cuenta.

Para estos nuevos profesionales no hay ascenso ni dinero que compense el trabajo tradicional; otorgan una gran importancia al orgullo que se muestra por la empresa, y para ello han de sentirse identificados con su firma, y han de estar seguros de que su trabajo tiene un sentido. Necesitan verse como parte de un proyecto; y la empresa debe ser capaz de transmitirles cómo su trabajo contribuye a los resultados finales.

Los bajos niveles de confianza tienen mucho que ver en el fracaso de las políticas de gestión de personas, en todo lo que se refiere a la captación de talento. Según una encuesta de Harris en Estados Unidos, el 55% de los estadounidenses mostraban en 1966 un alto grado de confianza en los líderes de las grandes compañías, mientras que en 2007 sólo un 16% se fiaba de sus dirigentes.

Según Watson Wyatt, sólo un 39% de los empleados de compañías estadounidenses confían en los líderes senior; e idéntica proporción de empleados de grandes firmas asegura haber observado violaciones de la ley o de los estándares de la propia compañía en un periodo de doce meses.

El orgullo que un profesional puede desarrollar hacia su compañía lleva a que éste prefiera trabajar en un lugar en el que se sienta importante y a que rechace ofertas si la firma es injusta, o, por ejemplo, no cuida el medio ambiente.

La adaptación de las empresas a la Generación G y a sus necesidades y valores es, según los expertos, un requerimiento fundamental para aquellas marcas que desean ser relevantes en una sociedad que valora cada vez más la generosidad, la colaboración o el hecho de compartir.

Esta nueva cultura implica mucho más que crear un departamento de responsabilidad social corporativa o de sostenibilidad. Se trata de una mentalidad que preside cualquier interacción con la comunidad a la que pertenece la empresa, con sus empleados, clientes y stakeholders. Además, los proyectos para la Generación G no son costosos. Precisamente al tratarse de una cuestión de mentalidad, de actitud, de ser creativo y de encontrar los socios adecuados, no suelen requerir inversiones millonarias.

La característica fundamental de este grupo es la variedad de consumidores y clientes que son «generosos», cada vez más colaborativos y que tienden a compartir. Las jóvenes generaciones viven prácticamente online: Flickr, una comunidad en la que se comparten fotos, reúne a 33 millones de usuarios que tienen a su disposición 3.000 millones de imágenes; Wikipedia aglutina a casi nueve millones de usuarios registrados, 144.788 de los cuales han participado en los últimos 30 días en la inclusión y actualización de contenidos; cada minuto se incorporan 13 horas de clips de vídeo a YouTube, que registra 1.000 millones de vídeos vistos; y sólo en Tripadvisor.com se acumulan 20 millones de reseñas sobre hoteles. Estos son algunos números que reflejan la tendencia a la generosidad de la generación G.

Y a los números generosos se unen diversos ejemplos de proyectos, iniciativas o cultura empresarial gracias a los que muchas compañías se convierten en objeto de deseo de los jóvenes que pertenecen a esta nueva promoción comprometida. Se trata de argumentos eficaces de captación:

Co-donación

Cada vez más compañías cultivan programas de donación innovadores que participan de esta nueva «era de la colaboración», en la que los empleados hacen sugerencias a los clientes para que estos colaboren en la decisión final. Algunos lo llaman co-donación.Además, el uso de los medios online y los dispositivos móviles suponen un nuevo impulso para esta actividad de captación y donación de fondos.

El año pasado, Google lanzó el Proyecto 10100, dotado con 10 millones de dólares, con el que animaba a sus millones de usuarios a enviar ideas que puedan ayudar a gente necesitada en cuestiones como el medio ambiente, la educación o la salud. En octubre de 2008 fueron seleccionadas cien propuestas, y el 29 de enero pasado se seleccionaron finalmente veinte proyectos.

Para solucionar el drama que supone el que uno de cada cinco niños africanos muera antes de cumplir los cinco años, el Proyecto Cola Life pretende hacer llegar los medicamentos necesarios para salvar miles de vidas. La fórmula de Coca Cola se basa en este caso en utilizar su formidable red de distribución para facilitar el acceso a los fármacos e incluir material educativo. Además, esta iniciativa se apoya en la red social de Facebook, que impulsa el proyecto con más de seis mil voluntarios online.

En otras grandes multinacionales, como Hewlett Packard, las donaciones y colaboraciones se centran básicamente en programas educativos para jóvenes, con especial hincapié en comunidades desfavorecidas, y sobre la base de que la innovación en la educación es vital para desarrollar generaciones futuras de emprendedores e innovadores en alta tecnología. En Europa, Oriente Medio y Africa se incluyen programas de cesión de equipos a universidades, premios a jóvenes emprendedores, o concursos para talentos con ideas de negocio sostenible.

Eco-generosidad

El compromiso contra el impacto en el medio ambiente también está en la cultura corporativa de HP (reducción de consumo energético a través del diseño de tecnología que optimiza el gasto y maximiza la eficiencia; reciclaje de componentes propios y de equipos de clientes; u optimización del gasto de energía).

La sostenibilidad de las compañías y la preocupación por el medio ambiente son argumentos infalibles para captar el talento de la generación G.

Empresas como BMW suman a su preocupación medioambiental la de contar con iniciativas atractivas para quien defiende estos valores.La serie Hydrogen 7 de la multinacional alemana no sólo no contamina, sino que, teóricamente, está formada por automóviles que «limpian el aire», ya que algunos componentes de sus emisiones son más limpios que el aire que entra en el motor del coche.

Los 2.000 millones de toneladas de cemento utilizadas en todo el mundo cada año producen más emisiones de CO2 que la industria de la aviación. Para combatir esto, la británica Novacem ha desarrollado una nueva fórmula que no sólo contamina menos, sino que absorbe 0,6 toneladas de CO2 por cada tonelada de cemento producida.

Fuera rigideces

Ser cada vez menos rígido en la interacción con los clientes es otro valor apreciado por la generación G y su «mentalidad generosa» en términos corporativos. Y esto se traduce en políticas flexibles para los clientes fieles, en recomendar a un competidor para ayudar a un cliente.

Seth Godin, autor de una decena de bestsellers sobre cambio de organizaciones, márketing y trabajo, emplea una situación muy común en la que todos nos hemos encontrado alguna vez: «Una persona va a una zapatería y pide al dependiente unos zapatos del 44, y éste le dice que no quedan. El cliente le pregunta si conoce algún otro lugar donde pueda encontrarlos, y el dependiente, sin ganas de molestarse, le contesta que no, que quizá le puedan servir unos del 46, o del 42. No hay demasiadas posibilidades de que un cliente que quiera un par del 44 acepte unos más grandes o más pequeños. Lo lógico es perder al cliente para siempre.¿Qué pasaría si, en vez de eso, el dependiente decidiera ser increíblemente útil?».

Godin añade que «empresarios, vendedores, atletas o políticos pasan toda su vida perdiendo (oportunidades de negocio, clientes, competiciones o votantes). Quizá ésa sea la oportunidad perfecta para convertirse en líder, en estadista. Es en estas ocasiones cuando uno se gana el derecho a ser considerado como un asesor fiable, y no un simple vendedor interesado». El gurú advierte que «dentro de algún tiempo, cuando se vuelva a interactuar con esa persona u organización, todos recordarán que usted fue quien habló en nombre de la competencia, aquel que ayudó a encontrar la mejor solución».

Servicio 'ad hoc'

Parece claro que los consumidores valoran lo auténtico, lo práctico o lo exclusivo. Buscan la manera de que su vida sea mucho más fácil, de no perder tiempo, y por eso tienden a huir de aquellas compañías que persisten en el simple bombardeo del cliente con campañas publicitarias (aquí tenemos otra vez el fenómeno de los bajos niveles de confianza en las empresas: tres cuartas partes de los estadounidenses consideran que las compañías no dicen la verdad en sus anuncios). En vez de agobiar a los clientes actuales y potenciales, algunas compañías prefieren ayudarles y prestarles servicios que tienen que ver con sus productos y hacen aún más fuertes y atractivas las marcas.

Los clientes de Ikea en Dinamarca tienen la oportunidad de transportar sus voluminosas compras gracias a una flota de trailers que se puede incorporar a una bicicleta que la multinacional de muebles y decoración pone al servicio de los usuarios. El departamento de investigación de mercado de Ikea se dio cuenta de que un 20% de los daneses acuden a las tiendas en bicicleta, y este servicio resulta muy apreciado por un gran número de clientes.

Otro ejemplo de esta nueva mentalidad es el desarrollado por esta misma compañía en Suecia, donde pone a disposición de los agotados compradores de Estocolmo las instalaciones de Sovhotel, un establecimiento al que los clientes pueden acudir para echar una cabezada durante al menos 15 minutos.

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Claves para negociar el primer sueldo y acertar

MADRID.- Hace un par de años, los directores de recursos humanos de compañías de todos los sectores se disputaban a los recién titulados. Incluso acudían a buscarlos a las universidades antes de que terminaran sus estudios. En cierta ocasión, un directivo comentaba con estupor que a la entrevista de selección acudió el hermano del convocado: «Mi hermano no ha podido venir porque le ha surgido otra oferta.Vengo yo en su lugar a ver qué me ofrecen».

La prepotencia del pasado se ha convertido en humildad. Con una tasa de desempleo del 29% entre los menores de 25 años, dejar pasar la oportunidad de un puesto de trabajo es un lujo del que muchos ya empiezan a arrepentirse.

Alfonso Medina, socio director del área de búsqueda y selección de Dopp, señala que estas circunstancias han bajado los humos a los titulados: «Ya no están en disposición de exigir determinado sueldo por su titulación; además deben demostrar que valen para el puesto. Si hace un par de ciclos los sueldos se situaban en una media de entre 24.000 y 30.000 euros brutos anuales, ahora la cifra está entre 18.000 y 24.000».

Encarnación Meroño, directora de organización, selección y calidad de Adecco, señala que «dependiendo de la titulación, especialidad, sector y empresa, la banda salarial puede oscilar entre los 16.000 y los 21.000 euros durante su primer año. Estos parámetros apenas han sufrido variaciones últimamente, salvo los incrementos del IPC».

Negociar un salario

Al igual que Medina, Meroño explica que «no es habitual tener la posibilidad de negociar el salario partiendo de una primera contratación en la que se aportan conocimientos, pero sin demasiada experiencia en el área». Puntualiza que «cada vez son más las empresas que ofrecen a sus trabajadores un bonus sobre el salario que variará en función de los resultados alcanzados, además de otros beneficios orientados a la formación para el desarrollo de nuevas competencias». Yolanda Gutiérrez, socia de PwC, apunta que «el margen de negociación salarial está en una banda mínima de 21.800 euros y en un máximo de 29.500 euros».

Susana Marcos, socia de PeopleMatters, es tajante al respecto: «Es ninguno o casi ninguno, porque el presupuesto para este tipo de contrataciones es poco flexible». De la misma opinión es Pablo Urquijo, director general de Page Personnel (Grupo Michael Page), quien además expone algunas razones que complican la negociación: «La primera es que hay un exceso de oferta y la segunda es que las empresas están revisando sus costes de personal a la baja. Por estos motivos es muy importante ser flexible, demostrar actitud y ganas de trabajar».

Para Rafael Barrilero, socio de Mercer, uno de los obstáculos que encuentran los recién licenciados para negociar su retribución es que «están situados en la parte baja de la organización y las empresas no quieren trastocar su estructura en términos salariales.Pero los jóvenes sí pueden tener margen para jugar con otros beneficios de su paquete retributivo en términos de conciliación, flexibilidad horaria, formación o ayudas para comidas».

No obstante, las posibilidades de negociación también dependen de la oferta y la demanda del perfil. Joleine Mudde, responsable de selección y desarrollo de directivos de Development Systems, asegura que en perfiles comerciales se ve claramente un aumento de sueldo en los últimos años, «sobre todo en aquellos que poseen una titulación en Ciencias Económicas y Administración de Empresas con dominio del inglés. Un buen ejemplo es la posición de key account manager para la distribución moderna».

Mudde marca una banda salarial para puestos comerciales entre los 16.000 y los 30.000 euros brutos anuales, «según el sector, área funcional y escasez del perfil». En este sentido, Gutiérrez señala a los ingenieros, «por su perfil versátil y sus capacidades»; y Angel García, director del área de estudios de Watson Wyatt, identifica los superiores (industriales y telecomunicación), y los puestos comerciales y márketing, «si es con máster mejor».

Aptitudes y actitudes

Según los expertos consultados, los recién titulados tienen que saber venderse ahora más que nunca. Urquijo se decanta más por la actitud que por la aptitud: «Las generaciones que se incorporan al mercado tienen generalmente un buen nivel formativo y eso permite cubrir la parte de las aptitudes. Pero en el entorno del mercado actual, que es muy exigente y cambiante, la actitud es fundamental. Se necesita gente comprometida y con ambición para desarrollar una carrera profesional. Esto permite a las empresas crecer y ser competitivas».

Manual para superar las pruebas de acceso

El proceso de selección varía mucho en función del perfil a seleccionar y las características del puesto. Como punto intermedio Adecco nos pone al tanto de las pruebas más comunes:

Dinámica de grupo: el candidato participa con otros compañeros del proceso de selección en una situación simulada. Aquí se valoran aspectos como la participación, la expresión oral, la capacidad de comprender otras posiciones, de expresión, etcétera.

Pruebas psicotécnicas: se valoran conocimientos, aptitudes, competencias laborales o personalidad, para analizar las posibilidades de adecuación al puesto.

Entrevista personal: se repasan los datos curriculares, se contrastan resultados de pruebas anteriores y de manera directa se exponen motivos e intereses hacia el puesto al que se opta.Se trata del momento de máxima interacción con el consultor, donde el candidato debe demostrar que es la persona idónea para desarrollar el puesto y donde el consultor valorará sus aportaciones.

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De mayor quiero ser funcionario

MADRID.- El acceso a un puesto de trabajo cuya permanencia esté garantizada durante toda la vida laboral constituye una de las principales aspiraciones de los universitarios españoles. De hecho, según un informe elaborado por la consultora PeopleMatters, la Administración Pública es el sector preferido por uno de cada tres jóvenes españoles, una situación que resulta más acusada en el caso de las mujeres y de los grupos de edad de entre 25 y 30 años.

El análisis, realizado entre 1.802 entrevistados de todo el territorio nacional, también concluye que son ellas quienes apuestan de una forma más determinante por sectores como servicios, farmacia y turismo, mientras que ellos se decantan por las telecomunicaciones.Este sector es uno de los más potentes en términos de creación de empleo. Como constata el grupo de recursos humanos Adecco, el 58% de los jóvenes que estudian una ingeniería de Telecomunicación encuentra trabajo antes de finalizar su carrera universitaria.

En el momento de buscar empleo no todos los encuestados utilizan las mismas herramientas. La opción más recurrida es la de insertar el currículo en las webs corporativas, mientras que los contactos personales y los Servicios Públicos de Empleo quedan relegados a una segunda y tercera vía de búsqueda de trabajo, respectivamente.

En el caso de perfiles con un nivel elevado de renta familiar, los portales de empleo conforman otro pilar importante dentro de la estrategia para encontrar una ocupación. Por encima de aspectos como la estabilidad, la imagen de marca y el puesto de trabajo en sí, estos jóvenes se ven atraídos por organizaciones que ofrecen un plan de carrera definido y condiciones laborales óptimas.

Por sexo, las mujeres buscan sobre todo empresas que les permitan conciliar vida personal y laboral, mientras que los hombres seleccionan oportunidades laborales sobre la base de su desarrollo de carrera.

Eso sí, el 66% de los jóvenes -ya sean mujeres u hombres- aceptaría la primera oferta de trabajo que tuviesen y, de éstos, dos de cada tres intentarían negociar las condiciones laborales de su primer empleo. En el plano retributivo, el 86% de los encuestados desea disponer de un sueldo fijo, frente a otras modalidades salariales, como retribución variable y beneficios sociales: seguro médico, plan de pensiones, seguro de vida y de accidentes, coche de empresa, vales de comida o móvil.

Sobre la base de lo anterior, las empresas en las que los jóvenes españoles prefieren trabajar son, en este orden, la Administración Pública, Telefónica, centros de enseñanza, BBVA, Grupo Santander, hospitales y centros de salud, La Caixa, El Corte Inglés, Vodafone e Iberia.

Estrategias para atraer talento a su marca

A pesar del frenazo en el número de contrataciones que actualmente se dirigen a los recién titulados, los analistas calculan que el descenso de la pirámide poblacional puede convertir a este colectivo en uno de los más buscados por las empresas en apenas diez años. Según datos de la consultora PeopleMatters, España contará en 2020 con casi un millón menos de jóvenes de entre 25 y 30 años, lo que convierte el actual escenario de crisis en el momento oportuno para atraer talento virgen a las organizaciones.

El programa Recruiting Erasmus es una acción de employer branding enfocada, por un lado, a mejorar la imagen de empleador de las firmas participantes en el proyecto y, por otro, a atraer a jóvenes brillantes hacia sus plantillas. Se basa en un concepto sencillo: la experiencia de un Erasmus potencia una serie de habilidades muy en boga en el entorno empresarial.

«Cuando haces un Erasmus no sólo aprendes otro idioma, sino que te abre la mente, mejora tu capacidad de adaptación y tus competencias comunicativas», explica Juan León, ex-Erasmus y actual director de sucursal en Banesto, una de las siete marcas que participa en el proyecto, junto con Janssen-Cilag, Acciona, Abbot, CHL, Groupama y Red Eléctrica. Hasta marzo, los interesados pueden insertar su currículo la web de Recruiting Erasmus para participar en el proceso de selección de estas firmas.

Acceda a la Red Erasmus: www.recruitingerasmus.com

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La Formación Profesional es una alternativa a la sobreeducación universitaria

MADRID.- El desprestigio de la Formación Profesional (FP) es una de las causas del escaso interés que esta alternativa ha generado tradicionalmente entre los estudiantes con mejores expedientes académicos. Pero las cosas cambian, y esta tendencia, también.

Desde hace algún tiempo, los empresarios se quejan de la distancia abismal que existe entre la formación que la Universidad ofrece a los recién licenciados y las necesidades reales de las compañías.El abandono escolar temprano o la perpetuación en el sistema educativo durante años han sido, en opinión de los expertos, las dos opciones extremas que ofrecía el modelo español y que han agudizado el desajuste entre las cualificaciones y las demandas reales del mundo laboral.

Las críticas a lo que se conoce como «sobreeducación universitaria» coinciden con un resurgir de la Formación Profesional, que se revela como una opción con perspectivas interesantes, retribuciones más que aceptables y posibilidades de carrera que pueden beneficiar a los jóvenes, las principales víctimas de la actual crisis económica.

El informe Panorama de la Educación 2007 de la OCDE aplaudía el aumento de graduados universitarios en nuestro país, pero destacaba la falta de titulados en Formación Profesional: sólo un 36% de alumnos españoles elige esta opción, frente al 54% de la media de la UE.

La escasez de profesionales con FP no implica en modo alguno que haya que dejar de titular universitarios, según la OCDE, que añade que la Formación Profesional de grado medio sigue siendo una asignatura pendiente para el sistema educativo español. Y las buenas perspectivas y la cada vez mayor oferta formativa han favorecido que la Formación Profesional no se vea con malos ojos cuando se compara con el bachillerato, la vía tradicional para entrar en la Universidad.

En su informe Formación Profesional, una necesidad para la empresa, el Círculo de Empresarios explica que «nuestro patrón de crecimiento padece una pérdida progresiva de competitividad que no puede solucionarse con medidas parciales, sino que requiere una orientación hacia un modelo más moderno, dinámico y flexible». El estudio añade que la educación destaca como uno de los factores esenciales para mejorar nuestra posición competitiva a medio plazo, adaptándonos así a los condicionantes de un mercado global en el que la competencia por costes laborales no es una estrategia que podamos mantener.

La Formación Profesional es un elemento clave para conseguir un mayor nivel de cualificación y una mayor adaptabilidad a los cambios tecnológicos. Y tiene efectos indudables sobre la competitividad de una economía.

A pesar de las posibilidades crecientes y de la oportunidad que representa la Formación Profesional, los expertos no dejan de reseñar los obstáculos que se presentan en el camino de esta alternativa de formación. El Instituto de la Empresa Familiar (IEF) destaca en un reciente estudio sobre Crecimiento y Productividad que «a diferencia de los países más avanzados del mundo, la FP en España sufre un desprestigio crónico, que la convierte en una opción marginal dentro del sistema educativo».

Desde el IEF se insiste en que la experiencia internacional demuestra que ni siquiera el país con el mejor sistema universitario del mundo puede ser competitivo sin una FP de calidad, algo que no se logrará mientras tenga ese carácter marginal. «Para situar a la formación profesional en el lugar que le corresponde, se deben habilitar políticas que incentiven esta disciplina educativa como una opción válida a la hora de decidir, en el seno familiar, el camino a seguir en la educación de los hijos. Este objetivo no se alcanzará si no existe una dotación presupuestaria adecuada».

El último informe Crecimiento y productividad señala que «en 1990 el 65% de los estudiantes que decidían continuar con su educación tras completar la secundaria obligatoria elegían hacerlo en el bachillerato. Además, la mayor parte de este porcentaje no había elegido la FP como opción preferida, sino que se veía empujada a ella por unos malos resultados escolares. Este hecho no sólo influye en los expedientes académicos de estos estudiantes, sino que también incide en la motivación de sus profesores».

El IEF añade que es cierto que se está produciendo un cambio sustancial, y que en el periodo 2000-2005 el incremento de alumnos de FP, tanto de grado medio como de grado superior, ha sido superior al 20%. Pero España sigue alejada de la media de OCDE, en la que bachillerato y FP reciben la misma proporción de alumnos, el 50%.

«En países como Alemania, Francia, República Checa, Bélgica o Australia son una clara mayoría los estudiantes matriculados en el aprendizaje de un oficio. Para alcanzar la proporción de Alemania o Francia, sería necesario pasar de 450.000 alumnos de FP a 675.000», advierten los empresarios.

Al mismo tiempo, para mejorar su nivel, debería incentivarse la incorporación de estudiantes con buenos expedientes académicos.

El incremento de los porcentajes de estudiantes de FP registrado recientemente no se debe a un mayor reconocimiento social hacia esta enseñanza. Tampoco a la mejora de la calidad de los estudios ofrecidos. La causa es doble y no responde a un impulso en las políticas adoptadas:

Ha crecido la remuneración ofrecida. Al haber escasez de oferta de personas con titulaciones en FP ésta ha crecido por encima de la media del mercado. La desigualdad salarial por niveles educativos disminuyó un 5%. En algunas áreas los salarios de titulados en FP han llegado a ser superiores a los de titulados universitarios con similar experiencia. Además, también les resulta más fácil encontrar empleo (ell 71% de los graduados encuentra trabajo en menos de seis meses).

En 2006 había más de 24.000 extranjeros estudiando FP en España, una formación que cuenta con un elevado reconocimiento social entre los inmigrantes. El IEF destaca que «desde este punto de vista, hay que apostar por la FP como herramienta de integración de los inmigrantes».

De acuerdo con el Círculo de Economía, los centros de FP necesitan un mayor nivel de autonomía. Esta debe ir acompañada del establecimiento de mejores sistemas de control de sus resultados, que evalúen sistemáticamente de que manera influye en la incorporación de los estudiantes al mercado laboral.

Otra de las críticas recurrentes al actual sistema de FP es su aislamiento del resto del sistema educativo. A sus estudiantes les resulta prácticamente imposible incorporarse a la enseñanza universitaria o a las escuelas de negocio, lo que impide su desarrollo como directivos. Resulta fundamental cambiar esta situación creando «pasarelas» que la conecten con otros segmentos de formación.

LAS EMPRESAS PIDEN...

1.- Impulsar un pacto nacional para incrementar el presupuesto público destinado a educación en al menos una décima más que la variación anual del PIB.

2.- Establecer un sistema de premios a los mejores expedientes académicos universitarios.

3.- Aprobar un sistema nacional de apoyo a la realización de prácticas remuneradas de Formación Profesional en las empresas.

4.- Diseñar un plan de incentivos económicos por el que las familias reciban 1.000 euros de desgravación anual en el IRPF por cada miembro que curse estos estudios.

5.- Establecer por ley que los alumnos de bachillerato que suspendan más de dos asignaturas deban asistir a clase hasta julio y someterse a nuevos exámenes al final de este periodo académico.

6.- Incrementar el número de educadores de FP con dedicación parcial y experiencia profesional.

7.- Establecer mecanismos permanentes de evaluación de la Formación Profesional en términos de empleabilidad, salario y carrera profesional.

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jueves, 5 de febrero de 2009

El pensamiento crítico y cómo lograrlo / Nora Bär

Desde que hace varias décadas Peter Drucker introdujo el concepto de "sociedad del conocimiento" y más tarde se hizo evidente que los nuevos medios de comunicación nos permitirían acceder a una masa de datos absolutamente inédita, también resultó notorio que, en un mundo cambiante, el desafío ya no estaría en obtener información, sino en contar con la capacidad de procesarla de manera eficaz.

Esto es, precisamente, lo que ofrece el razonamiento científico, que confiere habilidades como el pensamiento crítico y la capacidad de análisis, cruciales para enfrentar la realidad vertiginosa y las complejas decisiones que nos presenta la sociedad actual.

Dado que el razonamiento científico puede desarrollarse y transferirse a través del entrenamiento (es lo que persiguen programas como La main à la pâte [Las manos en la masa], creado por el premio Nobel de Física 1992, Georges Charpak, para promover una enseñanza que no se base en la repetición y la memorización, sino en la observación, la experimentación, la argumentación y el razonamiento), un grupo de investigadores de departamentos de Física de universidades norteamericanas y chinas se propuso evaluar en casi 6000 estudiantes el impacto que tienen las clases de ciencia, tecnología, ingeniería y matemática de los primeros 12 años de escolaridad de sus respectivos países, muy distintos entre sí.

Mientras en China todos los alumnos tienen que pasar un examen de ingreso a la universidad y tienen cinco años de cursos con tópicos introductorios basados en el álgebra y en la resolución de problemas, en los Estados Unidos, por el contrario, el tiempo de instrucción es menor y el menú de contenidos es más amplio y variado.

Los resultados del estudio, que se publican en el último número de Science, son bastante sorprendentes. Revelan que, a pesar de las importantes diferencias de intensidad en la enseñanza curricular a que estuvieron expuestos los chicos chinos y los norteamericanos, el test de razonamiento arrojó puntajes casi idénticos.

"Esto coincide con las investigaciones existentes, que indican que la educación actual frecuentemente enfatiza la memorización de hechos en lugar de una comprensión profunda del razonamiento científico -afirman los autores. Y más adelante concluyen-: Al parecer no es lo que enseñamos, sino cómo lo enseñamos, lo que hace la diferencia." Y esto es rigurosamente cierto en cualquier país del globo.

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domingo, 1 de febrero de 2009

Voy a 'echar' el currículo / Pilar Cambra

Lo han comprobado igual que yo, ¿no?: a medida que la crisis arrecia, el número global de currículos que se lanzan a navegar -como los mensajes en la botella de los náufragos- al revuelto mar de los posibles empleos y trabajos se multiplica exponencialmente.Y también se dispara el número de currículos que una sola persona «echa» casi desesperadamente -como un hambriento arrojaría la caña cebada a un río para obtener un humilde pescadito con el que saciar su apetito- a las aguas empresariales para pescar algo, lo que sea: una modestísima oportunidad de volver a ganarse el pan por mucho que la frente se inunde se sudor...

En circunstancias aciagas, cuando el panorama se ensombrece más y más, echar el currículo llega a convertirse -además de en la última esperanza- en la primera y principal ocupación de las y los desocupadas y desocupados. Lo que ocurre es que ese verbo, el angustiado echar, tiene una segunda acepción francamente desagradable: muchos de esos currículos -me atrevería, incluso, a decir que la mayoría- acaban siendo echados a las papeleras de las empresas a los que llegan. Y, además de penoso, ese gesto de hacer una bola con el currículo y considerarlo un pedazo de papel sin valor alguno me parece una aterradora falta de respeto hacia el ser humano, hacia cualquier ser humano... En el currículo que ha llegado a nuestras manos no vemos más que eso: un folio de papel impreso -o un mensaje electrónico- que nos resulta ajeno y distante.Es cierto que el papel no 'habla' -¿o sí?...-; pero, ¿no nos sobra ni un minuto para considerar que ese currículo que tenemos en las manos y que nos disponemos a convertir en una bola arrojadiza es un grito, una llamada se socorro, un alarido, una petición de ayuda?, ¿no podemos dedicar un brevísimo espacio de tiempo a leer lo que alguien quiere contarnos de su experiencia laboral, de sus necesidades, de su angustia?... Y, aun en el caso -muy frecuente- de que su perfil no encaje con nuestra empresa -o de que en nuestra empresa sobren alfileres por todas partes-, ¿tanto cuesta dar un vistazo al currículo y contestar a la persona que lo ha enviado, que lo ha echado, aunque sea con un «no» rotundo pero, a la vez, amable?... Hasta ese «no» es algo para el peticionario rechazado: la constancia de que su mensaje de náufrago ha llegado a algún sitio habitado y leído -incluso con comprensión y compasión- por algún ser humano al que no le da igual, al que le importa algo la (mala, malísima) suerte del náufrago.

Vale: no es menos cierto que, en numerosísimos casos, ese currículo no dice nada -o muy poco; o escasamente atractivo e interesante- sobre quien lo ha redactado... Se lo digo yo, que he leído cientos de mensajes en una botella... A veces tienes la sensación de que, salvo por los diferentes nombres y apellidos, todos esos currículos son idénticos... Iguales como cientos de gotas de agua idénticas: «mis estudios son...», «he trabajado en...», «he hecho los siguientes cursos...», «hablo estos idiomas...», «tengo los siguientes conocimientos de informática...», «dispongo de carné de conducir...», «estoy disponible para viajar...» En ocasiones, un destello de originalidad - «me gusta la arqueología y he participado en campos de trabajo de excavación»- ilumina la grisura de esas listas, tan parecidas unas a otras, de estudios, cursos y posesión del carné de conducir. Sé perfectamente que esas redacciones son de manual, que sus autores han seguido al dedillo el «cómo redactar un buen currículo en diez pasos»...Y, así, esos currículos resultan correctos, ortodoxos y se ciñen a las reglas bien establecidas. Pero, ¡qué poco dicen sobre el autor, que ha cifrado todas sus esperanzas en él! Yo no trato de enmendar la plana a quienes han escrito hasta libros sobre la dichosa elaboración del dichoso currículo... Pero sí puedo decir algo -una tontería, seguro...- sobre qué he hecho y qué hago yo con mi currículo: cuento mi vida. Así de sencillo. Voy a explicarme: mis estudios, mis trabajos pasados y presentes, mis conocimientos, mi experiencia y hasta los idiomas que hablo -o que no hablo- no son hechos aislados y fríos, no... Forman parte de un todo: lo que he sido, lo que soy y lo que aspiro a ser... Estudié determinada carrera -y no otra- siguiendo la llamada de una fuerte vocación y porque deseaba con todas mis fuerzas hacer esto y lo otro; tal trabajo me hizo feliz y, en cambio, esa otra tarea la consideré un pesadísimo yugo; necesito determinado nivel salarial porque pesan sobre mí las obligaciones que detallo; tengo objetivos muy concretos pero, además, unos cuantos sueños que voy a realizar antes de irme para el otro barrio, el Barrio definitivo; creo que tengo tales cualidades y tales defectos... Y todo eso lo cuento en breve. Ahora, un deseo de corazón: que los currículos echados lleguen a buen puerto.Y amarren en él.